Un gran triunfo que los argentinos tuvimos en Río 2016
fue en el tenis. No se ganó una medalla de oro; no llegaron todos los
singlistas y los dobles a instancias finales. Es más, solo uno lo hizo y llegó
al segundo escalón del podio y se colgó la medalla de plata que, si lo pensamos
bien, vale tanto o más que una de oro.
Comentamos esto porque quién ocupó el segundo escalón del
podio fue nada menos que Juan Martín del Potro.
El hombre de Tandil venía de padecer serias lesiones en
sus muñecas y haber soportado más de una cirujía en las mismas. Pese a todo
mejoró en su ranking (era un top ten y tenía ranking protegido), jugó algunos
torneos previos en los que no siempre pasó de la tercera ronda, para terminar
“explotando” en Brasil.
Del Potro ya nos había traído la medalla de bronce desde
Londres 2012, pero acá fue algo distinto y especial. En su camino, nada
sencillo por cierto, se cruzaron el número 1, el invencible Novak Djokovic, el
“luchador” Joao Sousa, en número 17 del ranking y con gran futuro Bautista
Agut, y “el indestructible” Rafael Nadal. Todos quedaron en el camino.
Con una medalla asegurada llegó el reto final: el último
campeón olímpico y número 2 del ranking mundial, el escocés Andy Murray. La
final fue una verdadera batalla tenística de máximo nivel. Terminó ganado el de
Gran Bretaña, pero quedó el sabor del oro en esa medalla plateada.
Se recuperó un “gigante del tenis” y va por más.
Se acerca la semifinal de la Copa Davis y reapareció Juan Martín del
Potro. ¿Qué más podemos pedir que “la torre de Tandil” esté de vuelta?.
Volvió con toda la gloria y su juego a los courts. Una medalla de plata más que merecida para un
luchador y una excelente persona.
Nota: Las fotos son del sitio oficial Río 2016.
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